martes, 1 de agosto de 2017

Las rosas de Tsu-Ling

    Era una mañana cualquiera. Yo estaba regando mis flores, cuando Feng me visitó:
-Alguien echo sal en las rosas de Tsu-Ling- dijo.
-Odio a Tsu-Ling, pero no a sus rosas. Consigo buenos resultados gracias a procedimientos laboriosos. Pero Tsu-Ling no necesita de nada de eso. Él se entiende con las rosas, como si leyera un mensaje escrito en sus pétalos. Lo odio, es verdad;pero lo considero un jardinero superior.
    A la mañana siguiente, fui a comprar semillas para plantar flores y pasé por el frente de la casa de Tsu-Ling. Vi que estaban hablando y me puse a escuchar.
    Oí una pala hundiéndose en la tierra, supuse que era Feng porque Tsu-Ling estaba hablando y no se pueden hacer dos cosas a la vez. Mi contrincante decía que había sido yo.
    El sabio Feng le pidió que le dijese la verdad y Tsu-Ling confesó. Dijo algo así como que había matado a su esposa porque ella me quería a mí y no a él. Después de asesinarla la enterró justo donde estaban sus rosas y heredaron su belleza.
    No quise escuchar más porque estaba muy sorprendido
    Desolado no pude dormir en toda la noche, pensando en todo lo que había pasado.
    Al día siguiente, Feng me vino a visitar para preguntarme porqué no estaba Tsu-Ling. A lo que yo respondí:
-A principios de la primavera Tsu-Ling se hirió con una espina. Le produjo una herida profunda. Murió al tercer día. Pensé que era mi responsabilidad cuidar su jardín.
     Y ahora cada competencia las ganaba yo, ya no tenía rivales así que estaba contento



                                                                            FIN